La crisis por coronavirus y sus medidas generaron la “Gran Renuncia” en Estados Unidos y otros países, cuyos ciudadanos dejan sus puestos de trabajos por los bajos salarios, pero además para evitar ser contagiados de coronavirus. Su impacto ha sido relevante para la economía americana al registrar 4,5 millones de personas que abandonaron sus puestos trabajo en pandemia, recordó Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio, al citar a la Escuela de Negocios de la Universidad de Texas.
Aunque esas no son las únicas razones, los cheques de estímulos y el teletrabajo provocaron que las personas se acostumbraran a recibir dinero sin trabajar o buscar otras alternativas de dinámica laboral.
Cientos de personas han buscado su independencia laboral y han reimpulsado algunas profesiones u oficios en el contexto actual
De acuerdo al buscador Google, entre enero de 2021 y 2022, estas fueron las carreras más solicitadas: Agente inmobiliario, asistente de vuelo, notario, terapeuta, piloto, bombero, entrenador personal, psiquiatra, fisioterapeuta y electricista.
¿Por qué renuncian?
La tasa de abandono de los puestos de trabajo tan alta trajo un récord de vacantes en casi todas las categorías de la economía, desde los empleos presenciales de servicios al cliente hasta en las profesiones altamente calificadas.
“Diese la impresión, de que esta tendencia pudiese mantenerse e incrementarse, considerando que el 48% de la fuerza laboral americana está buscando activamente nuevas oportunidades”, explicó Carlos Dorado.
Pero la razones para quedarse sin trabajo pueden ser varias, entre ellas negarse a la presencialidad luego de conocer los beneficios de cumplir con funciones empresariales desde casa.
“La gente no quiere trabajar en sectores donde las posibilidades de contagio son altas, como restaurantes, hoteles, tiendas; y donde han tenido un mayor impacto. Sin embargo, algunos expertos manifiestan que esa tendencia venía desde mucho antes, y que la pandemia lo que hizo fue acelerarla”, recordó Carlos Dorado.
Un estudio de la firma Up Work determinó que uno de cada tres estadounidense dedica una parte de su tiempo a hacer trabajos independientes en su empleo formal.
“Yo, personalmente, creo que es una consecuencia de la tecnología, la pandemia y un excesivo plan lineal de ayudas, que han contribuido a estas renuncia masivas y cuyo impacto más importante es un aumento general del costo laboral, el cual está siendo trasladado al consumidor final, y será una variable muy importante que contribuya al incremento de la inflación, como hemos anunciado al comienzo de la pandemia, y cuyas consecuencias todos conocemos”, consideró Carlos Dorado.
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El comportamiento de las empresas según Carlos Dorado
Las empresas han buscado la forma de reinventar sus estrategias de retención de personal en medio de una crisis mundial.
El economista y empresario Carlos Dorado considera que cuando se presentan los niveles de abandono y rotación del trabajo, las organizaciones tienen que replantearse con el objetivo de atraer nuevos empleados y ocupar esos puestos vacantes.
“Las estrategias son en dos sentidos: o aumentar los salarios como lo hizo Target o Best Buy, o aumentar los beneficios de contratación como lo hizo McDonald y Amazon”, indicó.
Sin embargo, a pesar de esas dos estrategias implementadas por la mayoría de las empresas americanas, un informe de la firma de búsqueda de ejecutivos Korn Ferry encontró que el 94% de los minoristas tienen problemas para cubrir sus puestos vacantes.
“Profundizando un poco más en esta problemática se encontró que la mayoría busca empleos que le ofrezcan más salario, más beneficios, más posibilidades de subir en la organización, y un trato más digno”, dijo.
Algunos analistas creen que este fenómeno es temporal, y que no generará un impacto a largo plazo en la economía americana.
“Es el inicio de una transformación profunda en el mercado laboral americano donde las empresas tendrán que interactuar más aún con el empleado y su medio social, en el sentido de identificar qué quiere ese empleado más allá de su trabajo, para que se mantenga esa identidad y lazo empresa-empleado, y pase a ser no solo una relación laboral, sino que diría casi familiar”, puntualizó.
La función del Estado
Todos los gobiernos del mundo implementaron planes que minimizaron el impacto de la pandemia en las economías, incluyendo la familiar.
En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, la administración de Joe Biden otorgó cheques de estímulos que aliviaron las finanzas personal, a pesar de sus consecuencias.
“Se debe esperar a que pase el efecto de las masivas ayudas que otorgó el gobierno durante la pandemia, debido a que muchas personas les salían más rentable quedarse en su casa a esperar el cheque de la ayuda que ir a trabajar”, manifestó Carlos Dorado.
No obstante, otras, ahorraron durante ese tiempo como consecuencia del salario y la ayuda que reciban. “Pudieron darse el lujo de renunciar y buscar mejores alternativas; e incluso, una gran mayoría invirtió esos recursos adicionales en la bolsa y obtuvieron una buena rentabilidad debido al incremento de esta en los últimos años”.
Pero ese efecto seguramente terminará, y parte de esa fuerza laboral que renunció masivamente, tendrá tarde o temprano que volver a buscar trabajo en el mercado laboral.
“Mientras esto sucede, las empresas tienen que seguir cubriendo esos puestos y solo ofreciendo más de lo que ofrecían antes, a través de una combinación de salarios, beneficios y buen trato”, aseguró.
Las consecuencias a corto-mediano plazo será un aumento de los costos laborales para las empresas y de la inflación en general.
Carlos Dorado consideró que “el gobierno debe darle una lectura un poco más de largo plazo, en el sentido de que tiene dos componentes importantes que debería analizar en profundidad: uno son las consecuencias de la tecnología en el mercado laboral, y dos las desigualdades remunerativas entre los directivos de las grandes comparaciones y la gran base laboral, la cual era abismal, y lamentablemente se ha incrementado más aún durante la pandemia”.
“Quizás las corporaciones justifiquen lo anterior diciendo que es ese cuerpo directivo el que hace subir el valor de la acción de la compañía, y por ende el valor de esta; pero olvidándose que es la gran masa laboral la que permite que esa compañía siga funcionando. Es aquí donde hay que buscar una respuesta que mantenga o garantice la paz social que hemos vivido en los últimos 50 años. Quizás la pandemia fue la alarma que nadie quiere escuchar”