En tiempos de pandemia y restricciones, la mayoría de los aviones en el mundo trasladan pocos pasajeros, y al quedar muchos asientos vacíos, quienes viajan en él se sienten con la tentación de cambiar de lugar, como lo hicieron dos israelíes, que intentaron colarse en la clase ejecutiva.
Esa decisión generó que el vuelo de United Airlines que partió de Newark a Tel Aviv, fuera obligado a regresar a los 90 minutos de despejar, luego de estar en el aire, justo en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
El comportamiento de los ciudadanos no fue bien visto por el personal del avión que les pidió mostraran los boletos con el número de asiento, pero al no comprobar que podían estar sentados en clase ejecutiva se generó un altercado que terminó con el vuelo de regreso al Aeropuerto Internacional Newark Liberty.
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United Airlines informó mediante un comunicado que su vuelo 90 fue retornado por dos pasajeros “perturbadores a bordo” del avión
Cuando el avión aterrizó, la policía esperó a las personas, y más tarde el vuelo fue cancelado. En ese sentido, “proporcionaron a nuestros clientes cupones de comida y alojamiento en hotel y han hecho arreglos para que los clientes completen sus viajes”.
El medio The Jerusalem Post aseguró que el testigo Roi Lotan contó que “el vuelo estaba medio vacío y había espacio, así que probablemente se dijeron a sí mismos ‘¿por qué no?'”.
United Airlines dijo que no tolera ningún comportamiento inapropiado y que se valora por encima de toda la seguridad de sus pasajeros, reseñó Mako.
La Administración Federal de Aviación (FAA) hasta el 18 de enero registró 151 casos de pasajeros rebeldes, que pueden ser sancionados con hasta $37.000 de multa por infracción.