Tras el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, la economía de Alemania comenzó a mostrar signos de estancamiento, por lo que tendrá un crecimiento menor a lo estimado en 2022.
En caso de que el Kremlin decida cortar por completo el suministro de gas, el 2023 será catastrófico para los alemanes.
Stefan Kooths, vicepresidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW Kiel), dijo que no existe una buena noticia por anunciar.
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En su criterio, el conflicto bélico ha traído como consecuencia un “estrés añadido a las cadenas de suministro” internacionales de materias primas y mercancías.
“El proceso de recuperación de la economía alemana se retrasa de nuevo. La coyuntura está caracterizada por flujos en direcciones contrapuestas, que tienen efectos alcistas sobre los precios”, aseguró Kooths.
Explicó que “si se detiene el suministro de gas, la economía alemana está amenazada de una fuerte recesión. En términos de política económica, entonces sería importante apoyar las estructuras productivas con posibilidades de mercado sin detener por ello el cambio estructural”.
