El bloqueo en el paso fronterizo entre Canadá y Estados Unidos generó el cierre de una planta Ford, cuya directiva advirtió sobre las implicaciones de la protesta para la industria automotriz en Norteamérica.
“Esta interrupción en el puente Detroit-Windsor perjudica a los clientes, los trabajadores y proveedores de la industria automotriz, a las comunidades y a las compañías en ambos lados de la frontera. Esperamos que esta situación se resuelva rápidamente porque podría tener un impacto a gran escala en todas las automotrices en Estados Unidos y Canadá”, se lee en un texto publicado por Ford.
A pesar de la presión de los camioneros, Justin Trudeau, primer ministro canadiense, aseguró que mantendrá las restricciones para contener la pandemia de coronavirus.
Por el puente bloqueado transita el 25% del comercio bilateral, lo que generará repercusiones en las cadenas de suministros.
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Mediante un comunicado, Ford explicó que se quedó sin autopartes en su fábrica de motores en Windsor y procedió también a limitar el horario en una planta de ensamblaje en Oakville, Ontario
La escasez en autopartes generada por las manifestaciones, obligó a General Motors a suspender el segundo turno de operaciones, igual que Stellantis (Fiat Chrysler).
Tal situación le ocurrió a Toyota Scott Vazin, que informó sobre la paralización de tres plantas en Canadá. ““Nuestros equipos trabajan de manera diligente para minimizar el impacto en la producción”, aseguró la empresa.