La Organización de las Naciones Unidas (ONU) requiere de 144 millones de dólares para rescatar a barco petrolero amarrado frente a las costas, ante el riesgo de un inminente daño ambiental.
De ese monto, 80 millones serán destinados a la transferencia de crudo que FSO Safer está transportando.
Hace dos meses, los rebeldes hutíes -que controlan los puertos occidentales del Mar Rojo- y la ONU acordaron transferir el petróleo de un buque a otro.
David Gressly, residente de la ONU, dijo en una conferencia de prensa, que la embarcación “se está oxidando lentamente y se está deteriorando significativamente”.
“Cada día que pasa, cada mes que pasa, cada año que pasa, aumenta la posibilidad de que el recipiente se rompa y derrame su contenido”, recordó.
El barco fantasma ya genera preocupación en el mundo, hasta el punto que la ONU aseguró que necesita 20 mil millones de dólares para limpiar el derrame de crudo que, incluso, debería comenzar en septiembre.
“Si ocurriera, el derrame desencadenaría una catástrofe ecológica y humanitaria masiva centrada en un país ya diezmado por más de siete años de guerra”, aseguró Gressly.
¿Cuándo comenzó el problema?
La unidad flotante de almacenamiento y descarga (FSO) SAFER se encuentra aproximadamente a 4,8 millas náuticas de la costa de Yemen.
Se construyó originalmente como un buque de transporte de crudo ultragrande (ULCC) en Japón en 1976 y se convirtió en un FSO en 1986.
Desde 1988, ha estado amarrado en Ras Isa donde, antes de la escalada del conflicto en 2015, tenía estado recibiendo, almacenando y exportando crudo procedente de los yacimientos petrolíferos de Marib.
El FSO SAFER es propiedad de la compañía petrolera nacional de Yemen, Safer Exploration & Production Operation Company (SEPOC).
Debido al conflicto en curso en Yemen, todas las operaciones de producción y exportación relacionadas con FSO SAFER se han suspendido, pero se estima que quedan a bordo 150.000 TM (casi 1,1 millones de barriles) de petróleo crudo. Esto corresponde a cuatro veces la cantidad derramada durante el incidente del Exxon Valdez en 1989, aunque las circunstancias difieren mucho.
El FSO no ha sido inspeccionado ni mantenido desde 2015 y ha estado fuera de clase desde 2016, lo que genera serias preocupaciones sobre su integridad. Se entiende que actualmente no hay fugas de aceite de la unidad, pero se considera que el riesgo de un derrame de aceite del FSO SAFER está aumentando a medida que su estructura, equipo y sistemas operativos continúan deteriorándose.