Tras el ataque a Ucrania y las sanciones por parte de los aliados democráticos del mundo, Rusia elevó su tasa de interés a un nivel histórico del 9,5% al 20%.
Mientras busca proteger su economía ya trastocada por las restricciones de Occidente, el régimen de Vladimir Putin introdujo ciertos controles de capital.
Rusia busca contrarrestar la rápida depreciación de su moneda, el rublo, y una acelerada inflación, que amenaza las finanzas de sus ciudadanos.
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El rublo se desplomó casi un 30% frente al dólar en Rusia, mientras la bolsa de valores permanece cerrada
El Banco Central de Rusia aseguró en un comunicado que “las condiciones externas para la economía rusa han cambiado drásticamente” y eso “asegurará un aumento en las tasas de los depósitos a los niveles necesarios para compensar el aumento del riesgo de depreciación e inflación”.
