Más de 66 tornados azotaron durante la madrugada de este miércoles a los estados de Alabama, Luisiana, Oklahoma y Texas, dejando decenas de heridos, daños y al menos una persona muerta.
En Alabama los fuertes vientos helados y el granizo afectaron las líneas de tensión dejando a miles de hogares sin energía eléctrica, además de vehículos dañados y árboles destruidos en varias zonas del estado.
Oklahoma también sufrió los estragos de los tornados. Al menos una persona murió en el estado a causa de los torbellinos de viento que dejaron destrozos a su paso.
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Por su parte, Luisiana fue uno de los estados más afectados. En la ciudad de Nueva Orleans se registraron daños en edificaciones y vehículos, y miles hogares permanecen aún sin electricidad.
Las autoridades advirtieron que el estado sufrirá otra noche más de vientos peligrosos, por lo que pidió a la población prepararse con los suministros de emergencia y buscar lugares de refugio.
Misisipi y Alabama también permanecen en alerta ante una nueva ola de tornados durante la noche de este miércoles, especialmente en las zonas de casas rodantes, vulnerables a las violentas ráfagas de viento.
Unas 30 millones de personas en todo el país permanecen bajo riesgo por los tornados que se esperan en las próximas horas.