Dos personas murieron y nueve policías resultaron heridos en un tiroteo en una casa en Phoenix, Arizona, luego de que una persona llamara a emergencias denunciando que un intruso había disparado a una mujer en su residencia.
El atacante fue identificado como Morris Jones y fue una de las víctimas fatales de la balacera. El hombre atacó primero a un oficial cuando este llegó a la escena para verificar la denuncia.
Jones le propinó varios disparos y al ver que llegaban otros policías, empezó a disparar ferozmente desde el interior de la residencia.
Los oficiales respondieron con disparos, pero en el intercambio de balas con el sospechoso otros ocho agentes resultaron heridos.
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Otro hombre sin identificar salió de la casa y entregó a los oficiales un bebé, el cual fue rescatado en la puerta de la casa luego de una ráfaga de disparos por parte de Jones.
La policía utilizó escudos balísticos para rescatar de forma segura al bebé, que finalmente resultó ileso durante la confrontación.
Durante el intercambio de disparos, los oficiales se percataron de que Jones ya no estaba disparando. Al observar desde la distancia con una cámara, vieron al hombre inconsciente en el piso.
Al ingresar a la residencia, los agentes encontraron el cuerpo de Jones y de una mujer, presunta víctima y exnovia del hombre, informó la policía de Phoenix.
