Alexis Ávila, de 18 años de edad, intentó deshacerse de su bebé recién nacido metiéndolo en una bolsa y lanzándolo a un basurero en la ciudad de Hobbs, Nuevo México.
El bebé, de sexo masculino, fue salvado por tres personas que revisaban los contenedores de basura la misma noche en la que fue arrojado por su progenitora.
Al revisar la basura en busca de objetos de valor, las personas se percataron de un ruido entre los desperdicios, el cual pensaron en principio que era de un perro o un gato. Pero al abrir la bolsa de la que provenía el llanto se dieron cuenta de que era un bebé.
El recién nacido aún tenía el cordón umbilical y estaba envuelto en una sábana mojada. Luego de salvarlo, llamaron a la policía para reportar el suceso.
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El bebé presentó signos de hipotermia al ser rescatado. Fue trasladado a un hospital local, donde varias horas después de ser alimentado y sometido a calefacción logró estabilizarse.
Ávila, que fue captada por las cámaras de seguridad de la zona cometiendo el atroz crimen, fue detenida e interrogada por la policía.
La joven contó que el 6 de enero descubrió que estaba embarazada y que tan solo un día después dio a luz. Alegó que entró en pánico y que luego de parir solo cortó el cordón que la unía al bebé, lo envolvió en una cobija y lo llevó al basurero.
Al ser preguntada sobre si estaba al tanto de cuál sería el resultado si el recién nacido no hubiese sido rescatado, la mujer decidió no responder. Ávila enfrenta cargos por intento de asesinato y abuso infantil. Comparecerá ante una corte este miércoles.