La Casa Blanca condenó las amenazas de China luego de la visita de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, a Taiwán, y dijo que no hay motivos para que el gigante asiático tome represalias o haga un cambio en las relaciones.
“Hay un antecedente de viajes al de la presidenta Pelosi y no hay motivos para que Pekín convierta esta visita en una crisis o que la use como pretexto para incrementar las presiones militares en o alrededor del Estrecho de Taiwán”, dijo la portavoz de la Administración demócrata, Karine Jean-Pierre.
La vocera de la Casa Blanca agregó que el Gobierno estadounidense espera mantener un diálogo abierto con China sin ningún cambio en las relaciones después de la visita de Pelosi.
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“Sabíamos que esto iba a ocurrir. Sabíamos que China se iba a comportar de esta manera, pero eso no cambia nuestra política. Solo vamos a darle seguimiento”, señaló Jean-Pierre.
El viaje de Pelosi a Taiwán molestó a China, que lo consideró una violación a la soberanía y a su lema de una sola China. El canciller chino, Wang Yi, prometió consecuencias por esta “intromisión” de la legisladora.
Por su parte, la Casa Blanca se ha deslindado del viaje de Pelosi, diciendo que es una decisión individual y que no le compete al Gobierno estadounidense.
