Estados Unidos ha contabilizado 320 tiroteos masivos en lo que va de año, una cifra alarmante y que se ha cobrado al menos 98 vidas.
De acuerdo con Gun Violence Archive, Illinois, Nueva York, Texas y Florida son los estados con más tiroteos masivos desde enero.
Tres de estos estados han protagonizado las masacres más mortíferas y recientes en el país. Hasta finales de junio, solo 15 de 50 estados no habían registrado balaceras masivas.
La violencia armada se ha incrementado de forma voraz en los últimos diez años, lo que llevó al Congreso, dividido sobre el control de armas, a aprobar una ley conjunta para regular la venta y porte de armamento a nivel federal.
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Por primera vez en 30 años, demócratas y republicanos llegaron a un consenso que, si bien no restringe la tenencia de armas, busca garantizar que quienes compren armamento no sean personas de alto riesgo para la sociedad.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró su llamado a prohibir la venta de rifles automáticos, como el AR-15, comúnmente utilizados por los atacantes en los tiroteos masivos.
El demócrata instó a prohibir la venta de este tipo de armamento de alta potencia luego de la reciente masacre en Illinois que dejó siete personas muertas y más de 40 heridas.
