¡Belfast es una película maravillosa! A continuación desarollo brevemente algunas ideas sobre lo que mas me gustó.
A pesar de una puesta en escena sin pretensiones, pendulando entre la ficción y no ficción. Guarda múltiples líneas discursivas de una gran complejidad.
No podemos soslayar la mirada de Buddy, cándida, curiosa y ocurrente, en un contexto plagado de problemas; teniendo su clímax cuando le dice a la madre que ha sustraído el jabón porque es biológico: escena esta de una belleza superlativa por ser inmejorable metáfora de la niñez.
A modo de interpretación, estimo que uno de los subtextos más contundente es aquel que plantea el conflicto que se presenta entre las fuerzas que buscan empujar un cambio mediante la violencia, cuyo hito histórico sigue siendo 1789, y por otro lado las de la preservación de un orden establecido, de una comunidad y sus tradiciones; cimentada en la primera persona del plural.
Encarnada esta en la familia de Buddy, a través de sus padres. Él, “Pa”, negado rotundamente a formar parte de la espiral de irracionalidad que impulsan, como diría Roger Scruton, “los optimistas inescrupulosos”, mientras intenta rescatar a su familia de la debacle económica por medio del sacrificio, del trabajo honesto: “the creed of the common man”.
Y ella, “Ma”, con un sentido de pertenencia que no se doblega, propio de aquellos que se han fundido con los espacios que habitan, negando en un principio cualquier posibilidad de dejarlos atrás porque allí somos.
El final podría plantearse de manera ambivalente, la muerte del abuelo y la confrontación definitiva entre “Pa” y su antítesis, Billy Clanton, obligan a Buddy y su familia a tomar la decisión de abandonar su ciudad natal en pro de un futuro más promisorio.
Lo que podría interpretarse como una derrota. Sin embargo la cinta realza el triunfo de la familia, con sus valores incólumes, institución funcional para la sobrevivencia de los personajes.
Un oasis en tiempos confusos y convulsos. Para finalizar, tres frases a modo de dedicatoria hacen las veces de coda, sobre un plano general de la ciudad de Belfast en tiempo presente: “por los que se quedaron”, “por los que se fueron”, “por los que perdimos”.
Un llamado a sanar heridas. Bien podría ser Caracas, ojalá