Por Aglaia Berlutti.
Durante toda la semana, la escena de un beso entre una pareja del mismo en sexo en #Lightyear se volvió un debate público, acerca de nuestras opiniones, creencias y la percepción acerca del otro. Una además, que lleva al centro sensible de la educación acerca de los niños. La pregunta es ¿hay un real motivo para el agrio, duro y malsonante debate?
La ¿polémica? aparece en pantalla 27 segundos (me tomé la molestia de tomar el tiempo). La ¿polémica? es una escena familiar, una celebración entre parientes. Hijas, hijos y nietos rodean a una pareja. Ahora bien ¿qué es lo que irrita tanto y a tantos niveles en esos 27 segundos?
¿Por qué se cuestiona una muestra de cariño casi imperceptible en un argumento que en realidad, habla de docenas de temas a la vez? Me pregunto otras cosas. Esta es una película que profundiza acerca del paso del tiempo y la responsabilidad, de la muerte y de lo que dejamos atrás, en un desesperado afán por alcanzar metas. Sobre el dolor, el renacimiento y la posibilidad de la confianza.
También es una película de ciencia ficción clásica, que analiza teorías cuánticas, que crea un metauniverso narrativo que explora a una de las franquicias más queridas del cine. Hay más de 53 referencias al género de ciencia ficción, un recorrido desde los antiguos films de los años ‘50 hasta los Alien de Ridley Scott.
Pero también, es un futuro clásico familiar. Uno en que el héroe cambia su propósito por salvaguardar a quienes ama, que eleva la noción sobre el deber moral a una profunda concepción sobre el bien.
La ¿polémica? Solo son 27 segundos. Pero esos 27 segundos, que hablan sobre el valor de la familia y la connotación del tiempo, habla de más de usted que de #Lightyear. ¿Qué irrita de una narrativa respetuosa sobre otro tipo de familia? ¿Qué incómoda de una escena amable, respetuosa y discreta, casi tímida?
Hágase sus preguntas. Y por favor, no responda aquí con groserías, teorías de la conspiración y términos como “woke” y otros.
Esto es un cuestionamiento adulto para usted, para su mirada sobre la vida y la forma de vivir de otros. Y nada más.