El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Estados Unidos alcanzó de nuevo un máximo histórico en 40 años, al cerrar marzo en un 8,5%.
Desde 1960 al 2021, la tasa media inflacionaria fue de 3,8% anual. El IPC de los consumidores urbanos subió 1,2% en el tercer mes del año, frente al 0,8% de febrero.
La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos informó que el alza de los precios de la gasolina, vivienda y alimentos contribuyeron al aumento desestacionalizado.
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Los combustibles registraron un incremento de un 18,3%. El sector vivienda tuvo el factor de aumento más alto, junto a tarifas aéreas, muebles y operaciones del hogar.
Carnes, aves, pescados, huevos, cereales y productos de panadería, igualmente mostraron un comportamiento hacia arriba.