Este domingo fueron expulsados 55 migrantes venezolanos desde la ciudad de Iquique, en el norte de Chile, en el marco de un nuevo proceso de deportaciones que inició el gobierno de Sebastián Piñera.
La Policía de Investigaciones (PDI) trasladó a los venezolanos en al menos cinco autobuses hasta el aeropuerto de la ciudad de Iquique vistiendo overoles blancos con capucha, mascarillas para evitar contagios por el covid-19, esposados y acompañados cada uno por un agente, para abordar un avión rumbo a Caracas, según imágenes proporcionadas por el Gobierno Regional de Tarapacá.
Juan Francisco Galli, subsecretario del Interior, informó en una rueda de prensa que este es el primero de los vuelos contratados por la Subsecretaría del Interior y la Dirección de Extranjería y Migraciones para “materializar expulsiones ya sean judiciales o administrativas”.
Agregó que 40 de los venezolanos fueron deportados por haber ingresado a Chile por pasos prohibidos y los otros 15 por delitos como tráficos de migrantes, tráfico de drogas y robo.
Con este nuevo proceso de expulsiones, el gobierno pretende deportar a unos 1.500 extranjeros durante este año y para ello arrendó 15 aviones comerciales que realizarán 15 vuelos.
Según datos del Ministerio del Interior, en lo que va del 2021, Chile ya expulsó a 200 migrantes en aviones de la Fuerza Aérea, operativos que continuarán paralelamente al proceso de deportación iniciado este domingo.
Durante 2020 fueron expulsados 1.365 extranjeros.
En enero pasado, más de 3.800 migrantes, principalmente venezolanos, ingresaron a pie de forma ilegal por la frontera entre Chile y Bolivia, soportando el tortuoso tránsito entre el altiplano y el desierto.
Un colombiano y cuatro venezolanos murieron en su intento por llegar a Chile, según datos del gobierno.