Francia disputará de nuevo las semifinales de la Copa Mundial en Qatar 2022, y uno de los principales artífices ha sido Antoine Griezmann, brillante en su nuevo papel en el mediocampo de los Bleus.
Con un Griezmann a este nivel, Francia puede permitirse soñar a lo grande. Brillante contra Inglaterra en cuartos, el jugador del Atlético de Madrid dio un pase decisivo a Aurélien Tchouaméni en el tanto que inauguró el marcador, antes de servirle el balón en bandeja a Olivier Giroud en el 1-2 definitivo.
Los pases de gol son un poco como la marca de la casa para Griezmann, que en Rusia 2018™ dio cuatro, dos en la final. De aquí en adelante, y gracias a los dos que cuajó contra los Tres Leones, el ex del Barcelona ostenta el título de mejor pasador de la historia de los Bleus, con 28 asistencias (por delante de Thierry Henry y Zinedine Zidane, ambos con 26).
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A diferencia de Rusia, donde vio puerta cuatro veces, Antoine Griezmann aún no ha marcado en Catar. Y no es que se trate en absoluto de una anomalía, tiene su explicación: en ausencia de Paul Pogba y N’Golo Kanté, y dado que Didier Deschamps ha vuelto a optar por una defensa de cuatro, el técnico ha creado un nuevo papel para el jugador, de 31 años de edad.
Griezmann en el eje central
Efectivamente, Griezmann integra el trío de mediocampistas junto a Aurélien Tchouaméni y Adrien Rabiot. En un puesto menos ofensivo que antes, con un papel polivalente donde debe defender más, el de Mâcon tiene la tarea de ejercer de enganche entre líneas, algo en lo que simplemente ha sobresalido desde el inicio del Mundial.
“Soy bastante libre en la relación con la defensa y los atacantes”, declaró en rueda de prensa hace unos días. “Defensivamente, ayudo a mis compañeros. Con la pelota, debo intentar meter los mejores balones. Tengo más opciones. Físicamente estoy muy bien. Cuando estoy bien, mi cabeza está mucho mejor y es mucho más fácil repetir los esfuerzos”.
Son muchos los que piensan que Didier Deschamps ha realizado una jugada maestra al reposicionar, agazapado tras el delantero, a un hombre que ya había demostrado su valía en Rusia. En una entrevista concedida recientemente al periódico L’Équipe, el exinternacional uruguayo Diego Forlán se deshizo en elogios hacia el francés. “Es un jugador que conecta perfectamente a los mediocampistas con los atacantes”, afirmó. “Tiene un papel muy importante en el equipo. Para mí es el jugador clave de Francia”.
Si Francia logra revalidar su título en pocos días y la cuenta personal de Antoine Griezmann sigue a cero, no importa. La afición francesa tendrá motivos de sobra para darle las gracias por su sorprendente capacidad de adaptación.