La inflación en los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aumentó un 8,8% interanual en marzo, frente al 7,8% de febrero, siendo el más pronunciado desde octubre de 1988.
Alrededor de una quinta parte de los países adscritos al organismo registraron un alza de dos dígitos, con la tasa más elevada en Turquía de un 61,1%.
Los precios de la energía se dispararon hasta un 33,7% al tercer mes del año, siendo la más alta desde mayo de 1980.
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La inflación, según la OCDE, en el área del G20, fue de un 7,9%, y en el caso del G7, logró una traza global de un 7,1%.
Alemania (+2,1 puntos porcentuales) tuvo el mayor ascenso y Japón (+0,3 puntos porcentuales), el menor resultados.
La energía fue el principal contribuyente a la inflación en Francia, Alemania e Italia, mientras que en Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos, fue el principal impulsor del Índice de Precios al Consumidor (IPC).