Las autoridades de Nueva Zelanda y Australia anunciaron el despliegue de varios aviones de sus respectivas Fuerzas Aéreas para supervisar y monitorizar los daños provocados por un tsunami después de que un volcán submarino entrará en erupción junto a Tonga.
La erupción expulsó una fuerte columna de humo y contaminó el suministro de agua en el país, donde también se ven cortadas las comunicaciones en un primer momento.
Este lunes, no obstante, los vuelos pudieron reanudar en Nueva Zelanda y Australia, que ahora supervisarán el estado de las infraestructuras, como carreteras, puertos y cadenas de suministros. Los vídeos difundidos a través de redes sociales muestran a la población corriendo hacia zonas de mayor altitud.
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Una comisión neozelandesa alertó que se registraron daños significativos a lo largo de la costa oeste del país, según informaciones del diario The New Zealand Herald.
El domingo, el gobierno de Tonga, que convocó un gabinete de crisis para abordar la cuestión, pidió a la población utilizar mascarillas para lidiar con el humo y las partículas en suspensión.


