El Departamento de Justicia de Estados Unidos investigará los errores policiales al responder al tiroteo en Robb ELementary School en Uvalde, que acabó con la vida de 19 niños y dos maestras.
“A pedido del alcalde de Uvalde, Don McLaughlin, el Departamento de Justicia de Estados Unidos llevará a cabo una revisión de incidentes críticos de la respuesta de las fuerzas del orden al tiroteo masivo en Uvalde, Texas, el 24 de mayo”, informó la oficina del portavoz Anthony Coley.
La policía cometió varios errores cruciales al responder al tiroteo activo, los cuales reconoció en una rueda de prensa el viernes.
Desde que Salvador Ramos empezó a disparar hasta que los oficiales entraron a los salones y lo abatieron, pasaron 77 minutos.
Según la policía de Uvalde, los agentes siguieron los protocolos y esperaron a que llegara el equipo táctico para entrar en los salones y dar de baja al tirador.
“El objetivo de la revisión es proporcionar un relato independiente de las acciones y respuestas de las fuerzas del orden público ese día, e identificar las lecciones aprendidas y las mejores prácticas para ayudar a los socorristas a prepararse y responder a los eventos de tiradores activos”, explicó el Departamento de Justicia.
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Los primeros oficiales que llegaron a la escena pidieron refuerzos, como indica el protocolo, pero al llegar los refuerzos no entraron a los salones donde Ramos estaba disparando.
Siete agentes se quedaron en el pasillo de la escuela y pidieron más refuerzos, además de equipo táctico de la patrulla fronteriza para neutralizar al atacante.
Los oficiales del equipo táctico tardaron 30 minutos en llegar a la escena, en los que Ramos perpetró dos tiroteos.
El caso, explicó el jefe de Departamento de Seguridad Pública de Texas, se trató como una toma de rehenes y no de tirador activo.
Jefes de policía de otros condados y especialistas en materia cuestionan que los oficiales no hayan ingresado a los salones para abatir a Ramos en los primeros minutos del ataque, una acción que habría salvado vidas.
El joven disparó 100 cartuchos y asesinó a 21 personas antes de ser dado de baja por la policía.