La victoria de Petro demuestra que América Latina va palo abajo hacia su africanización producto de una reproducción desbordada y desordenada y sin planes de recuperación por el crecimiento de la pobreza mientras los medios publicitarios por su afán de vender productos masivos y los políticos demagogos también se encargaron de aumentar demagógicamente las expectativas de una vida mejor a una gente sin futuro.
Gente sin futuro y desesperada que se abraza a la utopía de la igualdad, mientras el cogollo socialista al llegar al poder solo se enriquece por vía de la corrupción para construir una nueva oligarquía, la de ellos.
Mientras tanto las oligarquías nacionales en decadencia andan buscando documentos que demuestren que ellos son herederos de judíos sefarditas o descendientes de segunda y tercera generación de europeos, o casándose con europeos para salvar su solución personal, mientras otros huyen de sus patrias buscando una salida personal de este sálvese quien pueda latinoamericano.
Por supuesto, los socialistas solo se enriquecerán en el poder y lo harán mal porque no tienen el bagaje intelectual ni moral para solucionar ningún problema.
Ni aquí ni en ningún lado un gobierno socialista ha mejorado la calidad de vida de los pobres y eso lo vieron los europeos de hace casi dos siglos e inventaron la social democracia o el socialcristianismo.
En cada nación de nuestro continente este proceso tuvo diferentes tiempos y detalles, pero bien visto la evolución y el fracaso son iguales, desde el peronismo argentino, hasta el sandinismo o el castrismo cubano. Solo miseria y más miseria son sus consecuencias y no pueden ser otras.
Acaso debemos esperar en América Latina un político que solo nos ofrezca sangre, sudor y lágrimas para entender esto que decimos? Entiendo que mis palabras no gustarán a muchos, pero no se ofende a nadie con la verdad. Y mientras los enemigos de Norteamérica preparan su asalto final, el señor Biden duerme.