Un niño de tan solo dos años de edad asesinó a su padre luego de dispararle accidentalmente en el condado de Orange, en Florida.
Reggie Mabry, de 26 años, recibió un balazo en el área del pecho, perpetrado por uno de sus tres hijos, quien tomó el arma de fuego de un lugar accesible y sin querer disparó.
La oficina del sheriff de Orange arrestó a la pareja de Mabry y madre de los niños, Marie Ayala, de 28 años, quien fue acusada de homicidio involuntario por negligencia.
Además, a Ayala se le imputaron cargos por posesión de un arma de fuego por un delincuente condenado, y es que tanto ella como su pareja estaban bajo libertad condicional.
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El hijo mayor de la pareja, de cinco años, fue quien dijo a la policía que su hermano había disparado por accidente a su padre. “Los niños no resultaron heridos físicamente, pero probablemente llevarán heridas emocionales para siempre”, lamentó la oficina del sheriff.
“No solo han perdido efectivamente a ambos padres, el niño que accidentalmente disparó a su padre por la espalda tendrá que crecer sabiendo que sus acciones causaron la muerte de su padre”, agregó la policía.
La ley de Florida exige que un arma de fuego cargada en la casa se mantenga en una caja o contenedor cerrada o asegurada con una cerradura si hay un menor de 16 años que puede acceder a ella.
