El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, firmó este martes la ley antiaborto más estricta de Estados Unidos, la cual solo permite la interrupción del embarazo si este representa un riesgo de muerte para la mujer.
“Como gobernador, prometí firmar todas las leyes provida que llegaran a mi escritorio. Hoy cumplí esa promesa al promulgar la ley SB 612, mostrando una vez más al mundo que Oklahoma es el estado más provida del país”, celebró Stitt.
La ley, que entrará en vigencia en tres meses, prohíbe todos los tipos de aborto, incluso en casos de violación, y promete penas de hasta 10 años de cárcel para los médicos que hagan esta práctica.
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Al igual que en Texas, terceros podrán denunciar cualquier indicio de práctica de aborto y serán recompensados económicamente si se comprueba que su denuncia es cierta.
“Lo más importante es tomar una posición por los no nacidos y proteger la vida. Cada vida es preciosa. Como padre de seis hijos, eso es lo que creo y sé que es lo que creen los habitantes de Oklahoma”, dijo Stitt al firmar la nueva y polémica ley.
En el último año, varios estados de tendencia conservadora ha modificado sus leyes de aborto y han bloqueado casi todas las opciones de aborto, siendo Oklahoma el más estricto.