La felicidad no se trata de suerte, comienza desde el minuto en que te levantas por la mañana. El estado de felicidad es una decisión diaria y consciente. Requiere de esfuerzo y constancia. Todos los días se debe empezar y comenzar de nuevo, y eso solo se logra a través de un compromiso con nosotros mismos.
Para ello debemos crear hábitos de felicidad y esto no es tan difícil como podría pensarse.
1. Mantener una perspectiva optimista



Las personas felices pueden mantener la felicidad porque mantienen una visión optimista de la vida. Lo que pensamos a primera hora de la mañana, prácticamente determinará la vibración del resto de nuestra jornada.
Las personas felices siempre encontrarán la manera de ver el lado positivo en cualquier situación. Incluso cuando la vida los desafía, entienden que allí hay una lección. Aceptan que lo ocurrido era para enseñarles algo y ampliar su comprensión de sí mismos.
2. No compararse con otros



Cuando nos comparamos con los demás, perdemos el tiempo. Las personas felices solo se comparan con una versión anterior de quienes eran. Están compitiendo consigo mismos para ser mejores cada día. Están comprometidos con el mantenimiento de un equilibrio mental saludable. Reconocen el viaje del yo y trabajan desde ese lugar.
3. Practican diariamente la gratitud



Cuando agradecemos lo que tenemos, nuestras posesiones se vuelven suficientes. Es genial y necesario establecer metas, pero donde las personas felices difieren es que están agradecidos con su realidad.
Las personas felices también entienden que necesitas trabajar desde lo básico. Agradecen por el aire en sus pulmones, su salud, su capacidad de hacer cambios, etcétera. Reconocen lo que está presente en sus vidas y ven la abundancia a su alrededor.
4. Son amables con el resto del mundo



Las personas felices se comprometen a hacer acto de bondad al azar. Abren puertas, ayudan a algún anciano, hacen un cumplido sin razón, y lo hacen sin esperar nada a cambio.
5. Mantienen amistades activas



Las personas felices conservan amigos con los que realmente pueden contar y dejan que los conocidos superficiales y benignos se desvanezcan. Ven que tener una amistad de propósito sirve para ambas partes. El propósito de una amistad es ayudarse y elevarse mutuamente. Alguien con quien realmente poder entablar conversación y que conozca nuestro paisaje interior.
6. Aprenden a lidiar con los retos diarios



La única constante en la vida es el cambio y debemos aprender a desarrollar mecanismos de afrontamiento para estos tiempos en nuestras vidas.
La gente feliz viene al campo de batalla con un arma en la mano. Han desarrollado su sentido del yo. Son capaces de confiar en sí mismos cuando llegan los tiempos difíciles. También saben dónde ir y cuándo. Saben instintivamente lo que los hace sentir mejor y se involucran en esa actividad. No bajan por el agujero del conejo ni se involucran con cosas negativas.
7. Constantemente persiguen metas



La gente feliz ve la fijación de objetivos de manera diferente. No se limitan a establecer metas; son un caballo con gríngolas puestas cuando trabajan en ellas. Saben que estar completamente concentrados en algo que quieren lograr los hace sentir mejor.
8. Tienen un estilo de vida activo



Sin buena salud física, puede ser difícil tener buena salud mental. Las personas felices entienden que cuidar su cuerpo recibe sus recompensas a futuro. También saben que hay una oleada de endorfinas que vienen con el ejercicio regular.
Las personas felices también usan el ejercicio como una salida. Cuando la vida se vuelve desafiante, saben que hay consuelo en el ejercicio. Entienden que es una forma de meditación para el cuerpo. Cuando nos ejercitamos físicamente liberamos el estrés y nuestras mentes.
9. Cultivan su ser interior



Uno de los pilares de la existencia humana desde el principio de los tiempos es mirar hacia adentro en busca de respuestas. Sócrates, Platón y Séneca escribieron sobre el viaje hacia el interior y la búsqueda del hombre para entenderse a sí mismo.
Las personas felices pasan tiempo dentro de ellos mismos. Toman el viaje a su interior y visitan ese lugar a menudo. Buscan la quietud y la soledad consigo mismas. Saben que el tiempo de tranquilidad y la búsqueda de cosas que alimentan el espíritu son una necesidad, especialmente en el mundo de hoy.
Seleccionan actividades que se convierten en una fuente de la cual pueden escapar por un tiempo cuando sea necesario. Entienden que la esencia de la felicidad se encuentra en el autoconocimiento.
10. Construyen un camino sostenible para sí mismos



Ahora sabes cómo llegar a la felicidad. Así que hemos aprendido que la felicidad se apoya principalmente en la acción, ¿no?
Sabes que no es un lugar al que llegas y no es una decisión tan difícil, tal como te enseñaron. Ahora entiendes que requerirá de una búsqueda activa de hábitos que, a su vez, conduzcan a ser más felices y más satisfechos.