La polémica que envuelve al Dalai Lama tras darse a conocer un video donde le dio un beso en los labios a un niño, y que le diera ‘un poco de lengua’ y, cuando intentó acercarse, el muchacho se alejó ha sacado a la luz intensos debates sobre la vulnerabilidad de los niños y violencia a los menores.
Como padres es importante establecer y educar a nuestros niños sobre los límites que deben con respecto a su cuerpo. Enseñarles a decir NO es importante para su desarrollo y protección.
Los niños desde muy pequeños conocen el mundo a través del tacto. No es raro entonces que demuestren su afecto a través de besos, caricias, abrazos y contactos (y hasta algunas veces, mordiendo). Según los expertos, los niños que besan y abrazan a todo el mundo deberían conocer que existe un límite para ello, y a los que se rehúsan a demostrar afecto a ciertas personas no se les debe obligar.
De acuerdo a Fatherly, y según el terapeuta familiar Dolan Del Vecchio, citado por planlea.edu.do, son los padres los que tienen que moldear el comportamiento de los niños y enseñarles a respetar al otro, y hacerles entender que los besos y abrazos, por más que sean demostraciones bonitas de afecto, no siempre deben darse en cualquier momento, lugar, ni mucho menos a cualquier persona sin preguntárselo.
El terapeuta dice “Muchos padres no respetan los límites físicos propios de su hijo, y mucho menos los límites físicos entre marido y mujer. Los padres deben tener una idea de sus propios límites razonables entre sí, con otros adultos y con sus hijos, porque si no lo hacen sus hijos van a hacer lo que sea que hagan “.
Es decir, que si eres de tomar por la fuerza a tu hijo para besarlo y abrazarlo, aunque él grite que no quiere, entonces él o ella puede replicar esa conducta con sus compañeritos o compañeritas de la escuela.
Cómo enseñarle a un niño excesivamente cariñoso
- Modelar los buenos límites personales, así como los límites físicos con amigos y otros miembros de la familia.
- No reaccionar a las violaciones de límites con enojo sino con cordura.
- Recordarles a los niños que es importante preguntar antes de abrazar y besar a alguien, y que se trata de respeto.
- Estar atento a la enseñanza del peligro de besar a los extraños.
- Ayudar a los niños a comprender con quién debe hablar si se lo toca de manera inapropiada.
Y al revés, también
Así como le enseñamos a nuestros hijos a no ser excesivamente afectuosos y demostrativos con sus amigos o personas desconocidas, es fundamental que los padres creemos conciencia acerca de cuántas veces los niños se sienten obligados a saludar a las personas que no quieren.
Es muy común que los padres le digan a sus hijos “saluda con un beso al tío”, “Dale un abrazo al abuelo”. Y suele suceder que muchas veces el niño no quiere, y los padres obligamos a nuestros hijos a hacerlo. Ello deja un doble mensaje oculto, pues el niño está aprendiendo que no es dueño de su cuerpo y que un adulto puede decirle qué es lo que debe hacer y a quién tiene que besar.
En ese sentido, psicólogos del portal Naran Xadul exponen que obligar a los niños a darles besos y abrazos a desconocidos los vulnera al desarrollo de conductas de complacencia en el terreno sexu@l porque inconscientemente aprenden que tienen que ceder o aceptar todo lo que les soliciten.
De hecho, la especialista explica que es habitual que los niños lloren cuando se les acerca un desconocido (ya sea mujer u hombre) porque es parte de su mecanismo de supervivencia. “Si le enseñamos que hay que dar besos, pueden pensar que papá y mamá aprueban que sean cariñosos con desconocidos”, agrega.