La salud mental está más bajo la lupa que nunca, en un mundo donde cada vez escasea más debido a un cóctel de factores como la precariedad, la incertidumbre geopolítica, la crisis climática o la recesión económica.
De hecho, el informe MSW 2021, el estudio de bienestar más grande y completo del mundo reveló que en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda y Australia, el 30% de los encuestados está angustiado o con dificultades de salud mental.
En todo el mundo, el deterioro más alarmante lo sufren los jóvenes: la mitad (44%) tienen problemas de este cariz.
Las falsas creencias y los malos hábitos son algunos de los principales lastres que dificultan el tener una buena salud mental. Así lo explica en una entrevista para la CNBC Thema Bryant, actual presidenta de la Asociación Americana de Psicología.
Los problemas de salud mental existen. Enfermarse mentalmente no es en absoluto una señal de debilidad o inferioridad, por el contrario, no hace terapia quien tiene problemas. Problemas los tiene todo el mundo. ¡Hace terapia quien quiere resolverlos! La salud mental es algo de lo que nadie se puede escapar, son muchos los factores que la pueden provocar, tanto externos, sociales o personales.
¿Cómo desarrollar hábitos para mantener la salud mental?
Expertos de Sanitas España ofrecen algunos consejos para mejorar y mantener el bienestar emocional:
Establecer prioridades
Una de las principales razones de la ansiedad y el estrés proviene de un exceso de responsabilidad asumida ya sea en el plano laboral, personal, familiar, o una combinación de todas ellas. Querer hacerse cargo de todo puede resultar agotador, física y mentalmente.
Esto es especialmente común en las mujeres, que en no pocas ocasiones se ven obligadas a vivir bajo unas expectativas sociales poco realistas. Por ello es importante establecer prioridades, saber qué es lo importante en cada momento, delegar tareas para optimizar el tiempo y evitar el agotamiento físico y emocional, reseña elperiodico.com
Encontrar un propósito
El día a día frenético puede llevar a muchas personas a realizar las rutinas de forma automática, sin pensar en si la vida que llevan es realmente la deseada.
Y es que, como explica María Arrizabalaga “el ser humano tiende a la conformidad, a mantenerse en entornos conocidos, aunque estos puedan llegar a ser perjudiciales”.
Cambiar todo esto depende de nosotros:
“Es necesario replantearse cada cierto tiempo dónde estamos, cuáles son nuestros objetivos y, sobre todo, nuestros propósitos a todos los niveles”.
“Identificando y haciendo balance de nuestra situación, podremos saber si necesitamos cambiar de rumbo para aumentar la felicidad y, en consecuencia, el bienestar”, explica la especialista.
Cultivar relaciones sociales
Los humanos somos seres sociales y, como tales, necesitamos vivir en comunidad. Por ello, el entorno en que se vive tiene un impacto directo en el bienestar de cualquier persona, y cuidar las relaciones cercanas es clave para mantenerlo y mejorarlo.
“La familia y los amigos son fundamentales para mantener una buena calidad de vida. Es a ellos a quienes acudimos en las buenas y malas situaciones y es el afecto mutuo lo que nos hace sentir seguros y arropados”.
Eso sí, no siempre los que nos rodean y con los que nos relacionamos nos hacen bien. Por eso, tan importante es cultivar las buenas relaciones sociales como, alejarse de las malas, algo que no siempre es fácil de identificar.
“Mantener relaciones tóxicas, ya sea a nivel personal o laboral, también perjudica el bienestar mental a largo plazo. Es clave eliminar cualquier relación negativa que sea fuente de estrés o ansiedad”, comenta la psicóloga.
Dedicarse tiempo a uno mismo
Como consecuencia del cúmulo de responsabilidades y de la inercia con la que vivimos el día a día, tendemos a olvidarnos de nosotros mismos. La dedicación personal no siempre se encuentra entre las prioridades de las personas y, sin embargo, es la base del bienestar.
Así que el consejo de los expertos en psicología es invertir al menos una hora diaria en actividades para el disfrute personal. Leyendo, haciendo deporte o practicando de nuestros hobbies. Esto no solo nos beneficia, sino que es completamente necesario para mejora la autoestima y las relaciones con los demás.