Dormir apropiadamente puede ayudarte a evitar ganar de peso en exceso, y con el tiempo, perder peso. Pero si buscas bajar 4.5 kilogramos para finales del mes, dormir no es tu respuesta.
Para perder peso son imprescindibles tres pilares: una dieta equilibrada e individualizada con base en tus necesidades, ejercicio físico de forma regular y un descanso nocturno de calidad. Si bien muchas personas son conscientes de la necesidad de hacer dieta y moverse más, a muchas de ellas se les escapa la gran importancia que tiene el sueño para poder perder peso.
Dormir para perder peso
Durante la fase de sueño profundo el organismo es capaz de producir cambios que actuarán sobre el peso corporal.
Los expertos de Times of India reconocen que un sueño saludable es vital cuando se está tratando de adelgazar, aunque no todo el mundo lo sabe. La falta continuada o unos patrones de sueño deficientes son capaces de generar cambios en nuestro metabolismo y en las hormonas, lo que puede derivar en un aumento del apetito y los antojos.
Si estamos habituados a realizar ejercicio físico y además dormimos bien, se aumenta la producción de hormona del crecimiento. Esta hormona ayuda a acelerar nuestro metabolismo y en consecuencia permite que quememos más grasas.
El sueño actúa como un regulador hormonal. Si no dormimos adecuadamente, las hormonas que controlan el apetito (catecolaminas) se desajustan. Esto quiere decir que podemos acabar teniendo un exceso de hormonas como por ejemplo la dopamina, que nos impulsa a comer azúcar y alimentos ricos en azúcares refinados, además de otras sustancias como el café.
Debes saber que este desajuste hormonal no sólo te impide bajar de peso, también te puede predisponer a sufrir otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial.
Cómo dormir adecuadamente
El insomnio puede tener muchas causas como por ejemplo la depresión, pero podemos observar que un gran número de personas que no pueden dormir bien tampoco han adquirido unos buenos hábitos de sueño.
Lo primero que debes tener claro, más aún si eres deportista, es que no puedes dormir menos de 7 horas, este periodo de descanso nocturno debe ser el mínimo y debes respetarlo. Si no has dormido bien, deberías ajustar al día siguiente tu entrenamiento.
La práctica de ejercicio físico ayuda a que nuestro cerebro esté en calma y pueda conciliar el sueño, pero no ocurre así si el ejercicio físico se realiza durante la noche. En un primer momento la práctica de deporte libera sustancias que activan y excitan a nuestro cerebro y sólo al cabo de unas horas entran en juego los mecanismos de relajación.
Los cambios positivos que se producen durante el sueño sólo se producen en un período de sueño profundo y nocturno. Dormir de día no es reparador y no nos aporta los mismos beneficios: el sueño diurno no sirve para perder peso.
Adquiere un horario para irte a dormir, pautar una rutina en los hábitos de horario facilita que nuestro cuerpo se prepare para el descanso y pueda conciliar el sueño.
No puedes dormir hasta hacerte delgado, y dormir nunca tomará el lugar de una dieta saludable o ejercicio. Intenta enfocarte en la calidad de tu descanso, no en el número de horas que duermes cada noche (dentro de lo razonable, por supuesto).
Así que come bien y descansa. Tu cuerpo te lo agradecerá.