Dentro de dos semanas, el dirigente de los Mets, Buck Showalter, pretende viajar a Port St. Lucie, Florida para realizar preparativos para los Entrenamientos de Primavera. Debido a las reglas del cierre patronal de Major League Baseball, el nuevo capataz de Nueva York no ha podido presentarse con los jugadores en su roster y mucho menos trabajar con ellos.
Por eso, el piloto espera una rápida resolución.
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“Creo que iré y esperaré hasta que se aparezca un jugador — alguien con quién hablar”, expresó Showalter el lunes durante una rueda de prensa vía Zoom para platicar sobre su nueva nómina de coaches.
Showalter sabe que hay mucho por hacer
La realidad para Showalter y el gerente general Billy Eppler es que tienen muchos asuntos por tratar en lo que resta del cierre patronal. Actualmente, Showalter está fijando planes de contingencia para cada posible fecha del comienzo de los Entrenamientos — cómo pueden cambiar las prácticas, por ejemplo, si la pretemporada dura cuatro, cinco o seis semanas.
El manager tiene previsto estar completamente preparado antes de llegar a la Florida, donde al menos podrá interactuar con los miembros del plantel y otros empleados del club. Eventualmente, incluso si se retrasa el inicio de los Entrenamientos de Primavera del equipo grande, Showalter podrá dirigir a los prospectos de los Mets que no son miembros de la Asociación de Jugadores de MLB.
Por su parte Eppler, quien no ha tenido mucho tiempo libre desde que fue contratado por la escuadra de Queens a mediados de noviembre, inmediatamente empezó a negociar con agentes libres, lo que resultó en una ola de firmas el mismo mes. De ahí se enfocó en la contratación de un piloto–que dio como resultado la llegada de Showalter–y luego un plantel de instructores, que culminó en el coach de la banca Glenn Sherlock, el instructor de bateo Eric Chávez, el coach de la tercera base puertorriqueño Joey Cora y de la inicial Wayne Kirby, más el coach del bullpen Craig Bjornson.
Con dicho trabajo hecho, Eppler finalmente podrá comenzar a enfocarse en el proceso de reunirse con otros empleados en el departamento de operaciones de béisbol, desde su equipo de analítica, evaluadores y más.
“Desde mi llegada, he estado en plena marcha”, declaró Eppler. “Ahora es tiempo de comunicarme con todos… porque todos tenemos ideas y hay varias iniciativas que queremos implementar. Definitivamente, no estaré aburrido”.
