Varios magistrados del Tribunal Supremo de Brasil llamaron este viernes “mocoso” al presidente, Jair Bolsonaro, un día después que volviera a utilizar sus redes sociales para poner en duda el rigor del sistema electoral y esparcir teorías sobre la gestación de un fraude electoral en su contra de cara a las próximas presidenciales previstas para octubre de 2022.
Aunque la teoría de que se estaría preparando un fraude de cara a las próximas elecciones es un asunto de los últimos meses, coincidiendo con la rehabilitación de los derechos políticos del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, desde hace tres años, Bolsonaro también denunció que habría vencido en la primera vuelta de los comicios de 2018 si no hubiera sido por una serie de irregularidades.
Sin embargo, en su último directo de Facebook, Bolsonaro reculó y afirmó que “no hay forma de probar que las elecciones no fueron o fueron amañadas”, que se guía por “pistas” y por una “fuerte sospecha”, provocando las críticas del Supremo que calificaron esta nueva intervención de “patética”.
Entre los magistrados más críticos con Bolsonaro por esta cuestión están los miembros del Supremo Luís Roberto Barroso, Edson Fachin y Alexandre de Moraes, quienes también forman parte del Tribunal Superior Electoral (TSE), encargado de velar por el buen funcionamiento de las elecciones.
El TSE desmitió en las últimas horas cada una de las aseveraciones que Bolsonaro fue lanzado este jueves durante su discurso, cerca de una veintena, aunque algunos responsables del máximo organismo electoral brasileño creen que “no es suficiente para frenar estos ataques”, por lo que no descartan acciones penales contra el presidente y sus colaboradores si continúan sus acometidas.
LEA TAMBIÉN | Bolsonaro vetará fondo para financiación de campañas electorales en Brasil
El Supremo ya tiene abierta una investigación sobre la difusión de mentiras acerca del sistema electoral, pese a que algunos, como el presidente del tribunal, Luiz Fux, abogan por dialogar con Bolsonaro.
No obstante, la mayoría considera que el líder ultraconservador está intentando crear un ambiente de incertidumbre y de sospecha de cara a las elecciones a medida que cae en las encuestas.
En los últimos meses, Bolsonaro centra sus ataques hacia las máquinas de votación electrónica, presionando y haciendo campaña para lograr que solo a través del voto impreso se puede ejercer el derecho a acudir las urnas.
Ante ello, los magistrados de los tribunales electorales son partidarios de actuar con “mayor contundencia”, aplicando medidas y sanciones concretas, no solo penalmente, sino también en el plano electoral, cuenta el diario Folha de São Paulo, con el fin de que Bolsonaro, quien llegó a asegurar que sin voto impreso Brasil podría quedarse sin elecciones en 2022, deje atrás sus “mentiras”.
De acuerdo con un último sondeo de Datafolha, Lula da Silva, quien todavía no ha hecho oficial su candidatura a las presidenciales del próximo año, se impondría en primera vuelta con el 58% de los votos, frente al 31% que obtendría el todavía presidente Bolsonaro.


