Un tiroteo en una iglesia en California y otros cuatro incidentes similares marcaron un fin de semana violento en Estados Unidos, donde los ataques con arma de fuego van en ascenso.
Un persona murió y cinco resultaron heridas el domingo en un tiroteo en una iglesia presbiteriana en Laguna Woods, en el condado de Orange, California.
El ataque fue perpetrado por un hombre asiático de 68 años identificado por la policía como David Chou. El sospechoso, oriundo de Las Vegas, abrió fuego contra un grupo de personas de origen taiwanés que se reunían en la iglesia para un evento.
El hombre fue sometido por varias personas que lograron quitarle dos armas de fuego y atarlo hasta que llegara la policía. El atacante asesinó a una persona e hirió a otras cinco, cuatro de ellas de gravedad.
La policía investiga las motivaciones del ataque.
En otro incidente similar, en Houston, Texas, dos personas murieron en una balacera dentro de un concurrido mercado en el que se generó caos al escuchar las detonaciones.
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El tiroteo habría sido perpetrado por dos jóvenes menores de 25 años que se confrontaron en el lugar, hiriendo a tres personas y matando a otras dos no relacionadas con el incidente.
La policía logró detener a los sospechosos y recuperó dos armas de fuego en el lugar.
En Milwaukee, Wisconsin, se registraron tres tiroteos entre el viernes y el sábado en la noche que dejaron al menos 20 heridos y tres muertos.
La policía investiga una balacera cerca del Fiserv Forum después de un partido entre los Bucks y los Celtics de Boston que dejó 21 heridos, de los cuales 11 están relacionados con el enfrentamiento.
En otros dos hechos aislados, tres personas murieron también por armas de fuego el sábado en la noche.
En Dallas, Texas, una pelea en un bar dejó dos muertos. La policía investiga qué generó la pelea. Dos sospechosos fueron arrestados en el lugar.
Estos incidentes se suman a la masacre de Búfalo, donde un joven de 18 años asesinó a tiros a 10 personas en un supermercado.