El expresidente de Estados Unidos Donald Trump propuso armar a los maestros en las escuelas para actuar en casos de tiroteos, como el ocurrido recientemente en Uvalde, Texas.
Desde la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que se celebró en Texas pocos días después de la matanza en Robb Elementary School, Trump reiteró su firme apoyo al porte de armas y dijo que la “existencia del mal es una de las mejores razones para armar a los ciudadanos que respetan la ley”.
Además de armar a los profesores, el republicano propuso un plan para reestructurar las infraestructuras de las escuelas y reforzar la seguridad con un policía armado permanentemente.
En el plan, Trump propuso instaurar fuertes vallas, detectores de metales y establecer una única puerta de entrada en todos los centros educativos.
“Si Estados Unidos tiene 40 000 millones de dólares para enviar a Ucrania, deberíamos ser capaces de hacer todo lo necesario para que nuestros niños estén seguros”, dijo.
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El exmandatario estadounidense también habló sobre un “cambio drástico” en el manejo de la salud mental, haciendo más fácil “el confinamiento de violentos y perturbados mentales en centros psiquiátricos”.
La masacre de Uvalde reabrió el debate sobre la regulación de la compra y el porte de armas. Salvador Ramos, de 18 años y autor de la matanza, compró dos rifles de asalto el día de su cumpleaños, los cuales usó para cometer el tiroteo.
Los defensores de las armas, una de las industrias que genera más ingresos en todo Estados Unidos, dicen que no son el problema y que para contrarrestar la violencia armada, se debe armar aún más a los ciudadanos para que puedan defenderse.
Entretanto, los detractores del porte de armas sin regulación, consideran que deben promulgarse leyes más estrictas y que debe haber un mayor control sobre el tipo de armas que se venden.
