Polonia ofreció el pasado 8 de marzo trasladar sus aviones de combate MiG-29 a Alemania para ponerlos a disposición de Estados Unidos en una base de ese país en territorio germano. De momento no hay respuesta favorable de Estados Unidos y Alemania a la propuesta.
También instó a hacer lo mismo a otros miembros de la OTAN que poseen aviones similares, como Bulgaria y Eslovaquia.
Ante esto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski presiona para que occidente responda.
“Hace ya trece días que escuchamos promesas; trece días nos llevan diciendo que nos ayudarán en el aire, que habrá aviones”, protestó en el Parlamento de Reino Unido.
“Las propuestas polacas no están siendo apoyadas”, lamentó. “¿Cuándo habrá una decisión?”, se preguntó el presidente.
EE.UU. duda
Estados Unidos, sin embargo, no cree que esto sea una buena idea.
La iniciativa polaca “plantea serias preocupaciones para toda la alianza de la OTAN”, afirmó el secretario de prensa del Pentágono, John Kirby.
“Seguiremos consultando con Polonia y nuestros otros aliados de la OTAN sobre este tema y los difíciles desafíos logísticos que presenta, pero no creemos que la propuesta de Polonia sea sostenible”, sentenció.
También aseguró que no existe una “justificación sustantiva” para llevar a cabo la operación.
Ucrania necesita cazas que sus pilotos sepan manejar, como el MiG-29 diseñado en la antigua Unión Soviética. Solo unos pocos países tienen ese tipo de aeronaves, casi todos antiguos miembros del bloque comunista.
A la negativa de Estados Unidos se une la de Alemania.
“Debemos pensar con mucho cuidado sobre lo que podemos hacer concretamente, y ciertamente los aviones de combate no son parte de esto”, afirmó el canciller alemán Olaf Scholz.
Scholz recordó que Alemania ya proporcionó equipo militar y armas defensivas a Ucrania y considerará cuidadosamente sus próximos pasos en consulta con sus aliados.