Por Jackeline Da Rocha.
La serie estrenada en Netflix en 2020 volvió a mediados de febrero para darnos la misma gracia sin risa. Producida y protagonizada por Steve Carell, la segunda temporada de Space Force es igual de interesante que la primera… no mucho. Giros de historia demasiado rápidos sin ningún follow-through; personajes grandes de la comedia mal aprovechados (Lisa Kudrow, por ejemplo); ironías demasiado evidentes sobre la política americana. Esta segunda entrega se parece demasiado a Don’t Look Up y -de hecho- termina con el descubrimiento de un asteroide que tal vez se dirige hacia la tierra.
Para su estreno estaba latente la emoción de que Estados Unidos acabara de anunciar la creación real de esta rama de defensa espacial bajo el mando de Donald Trump, con la premisa de adelantarse al enemigo. De hecho, el gobierno de EEUU demoró tanto en registrar el trademark del nombre “Space Force” que el show lo hizo primero y han estado en batalla legal desde finales de 2019.
En los primeros episodios los personajes luchan con este nuevo ambiente laboral en una institución completamente nueva, se equiparan a la NASA y se les ha asignado una misión casi imposible: volver a llegar a la luna antes del 2024. El general Mark Naird ha sido asignado a la jefatura de esta sexta rama militar y se ve constantemente evaluado por su manejo de las crisis que enfrenta su campo.
Además del cambio en su vida laboral, el general está enredado en casa: su esposa está en la cárcel y debe vigilar a su hija adolescente de conducta y decisiones cuestionables. Le parece que lo mejor es tenerla cerca así que en la segunda temporada es pasante de la Fuerza Espacial. Este es una de las distintas tramas muy cortas y sin profundidad que parecen llenar el programa.
Personalmente esperaba la comedia ligera conocida de Carell y de Ben Schwartz, dicho sea de paso. Obviamente mucho más tech-talk y aproximaciones a lo que la rama realmente implica. Se ocuparon más de los incidentes burocráticos (hackers rusos y cortes de presupuesto) que en la parte “espacial”… me huele a remake de The Office. Parece que todavía estuviesen moldeando a los personajes, pero por las críticas que he leído no creo que tengan oportunidad de hacerlo en una tercera temporada. Decididamente una serie sin bases sólidas.