Por Joaquín Ortega.
La fantasía del cambio del poder incluye complots de muerte, asesinos solitarios, maldiciones invisibles, envenenamientos ocultos y desapariciones mágicas. Frente a esto, la realidad se convierte en una colección de fallos y complicidades que con el tiempo muestran lo peor de los entornos de los que se sienten predestinados.
Si hacemos una lista cruzando regiones, ideologías, tiempos históricos, nacionalidades o formas de gobierno encontraremos que deshacerse de caciques, presidentes, reyes o o faraones es casi un deporte practicado por tirios y troyanos. Si alguien amenaza con volver a manejar el centro de las decisiones, habiendo salido con vida, pues que mejor prevea las posibles respuestas de quienes ya lo vieron gobernando anteriormente.
Fechas funestas
Para investigadores del tema y asiduos a las estadísticas los meses de abril, julio y septiembre marcan los picos más altos de magnicidios desde la época de la escritura cuneiforme para acá. Chinos e Hindúes son los que más han perdido reyes o líderes en pleno ejercicio… ya sea por guerras o envenenamientos, ya sea por sicariato. Las enfermedades, los destronamientos con suicidio incluido, las degollinas palaciegas y las muertes en la intimidad se ponen de moda en Europa desde el año 1000 y ni los Papas se escapan de haber salido a encontrarse con su creador, después de haber probado algún suculento manjar vaticano.
De interesante average son los años 70 del siglo veinte. En esa década hubo al menos un promedio de dos presidentes…o primeros ministros asesinados por año. 1975 y 1978 serían recordados como particularmente sangrientos con Bangladesh, Nigeria y Cambodia a la cabeza. Países hispanoparlantes, lusoparlantes…países grandes y pequeños todos han puesto su granito de arena a la muerte súbita. Otras fechas interesantes son los años 1911 y 1921. En apenas 10 años 13 mandatarios (desde México, hasta Rusia, pasando por Japón y Egipto) sufrieron atentados, que si al menos no les constaron la vida a todos, los sacaron del juego político para siempre.
El caso Japón
En términos de estética y honor los asiáticos son los primeros en llevar hasta las últimas consecuencias lo que consideran como valores familiares y nacionales. En 1960 Inejiro Anasuma miembro del partido socialista japonés, fue asesinado a golpe de una espada wakizashi. El responsable era Otoya Yamaguchi un ultraderechista que temía por la presencia y crecimiento de una izquierda pro soviética en su país.
En el año 2022 Shinzo Abe recibe el impacto de una bala de escopeta. El criminal era un ex militar que construyó un arma de fuego rudimentaria pero eficiente. Tetsuya Yamagami no da más razones que las pudiera ofrecer un empleado descontento; pero lo que más llama la atención es que la primera andanada de bots en la red culpabilizan a los Clinton y conectan ésta muerte a una serie de historias conocida como la “Clinton Body Count” (una serie de nombres de asistentes de ésta familia quienes al parecer misteriosamente mueren por accidentes poco creíbles). El regreso de Shinzo Abe a la política significa no solo una línea anti comunista en su versión China sino una crítica muy dura a los negocios ocultos de Irán con los Demócratas y las familia Clinton, Carter, Biden; es por ello que las líneas duras debían cortarse antes de que se fuese demasiado tarde.
La segunda fuente de desinformación partía de la especie de que el asesino era miembro de la Iglesia de la unificación de Japón (cosa que es cierta) y que su madre se habría descapitalizado por una serie de donaciones que llevaron a la familia a una quiebra definitiva (evento totalmente real). Pero, a partir de allí la imaginación se proyecta multiplicando hipótesis: el asesinato fue acordado para liberarse del pago leonino de más deudas familiares…por lo tanto, la venganza fue premeditada al ser Abe un agente oculto de dicha iglesia o un enemigo de los intereses de esa estructura religiosa con el globalismo de Soros. Partido Demócrata, Vaticano. Tesis para no dormir hasta las cinco de la mañana o para irse a la cama muy temprano por repetidas. Todo queda a gusto del lector.
@ortegabrothers