En ‘El sonido del metal’ de Darius Marder disponible en Amazon Prime, puedes descubrir una historia sobre lo difícil que es aceptar las pérdidas y reinventarse para seguir adelante
Por Luisa Ugueto
A veces podemos creer que somos lo que hacemos. Nuestra identidad se configura socialmente, por sobre todas las cosas, debido a esas actividades que llevamos a cabo todos los días. Si te dedicas al patinaje sobre hielo o al baile y te quedas inválido es más que obvio que tu identidad sufrirá daño. Asumir los cambios ante una desgracia es complicado, humanamente cuesta mucho aceptar que dejamos de ser quienes hemos sido y sobre todo encontrar otra forma de seguir adelante.
En el largometraje un baterista que se encuentra de gira con su novia en plan “pobres, pero felices” descubre que se ha quedado sordo. Ha perdido el 90% de la capacidad de escuchar y por ende la forma en que se gana la vida y su identidad (ha fundamentado toda su existencia en su profesión, incluso sus relaciones) está en riesgo. En este camino, el protagonista tendrá que iniciar un viaje que le permitirá estar en contacto con sus limitaciones, su sentido de supervivencia y sus ganas de continuar. Debe aprender una nueva forma de comunicación y un nuevo modo de estar en el mundo asumiendo no solamente su sordera y la pérdida de su profesión, también el desgaste de su relación de pareja. Este vínculo sufre un daño que tirará abajo todo su mundo.
El sonido del metal es una película sobre la fuerza que puede tener un individuo que decide no darse por vencido ni quedarse a medio camino. Se dice en Rocky (2006) que nadie golpea más duro que la vida y que la única forma de continuar es aguantar los golpes y levantarse. Al protagonista de esta historia le toca aprender eso superando sus limitaciones y conflictos más íntimos.
En la película el diseño de sonido tiene un rol fundamental, ya que nos permite asumir la perspectiva del protagonista. Su sordera es palpable para el espectador, quien podrá entender paso a paso el proceso. Este aspecto es muy importante porque te brinda una posibilidad mucho más realista de ponerte en su lugar.
Por cierto, la venezolana María Carolina Santana formó parte del equipo que ganó el Oscar en la categoría Mejor Sonido por esta película.
Dicen los psicólogos que ante una pérdida de cualquier tipo todos nos comportamos de una forma distinta, sin embargo, tenemos actitudes similares y pasamos por etapas parecidas. Creo que por eso precisamente la cinta es tan cercana y brinda una experiencia desafiante, nos es fácil identificarnos con el protagonista.
Todos hemos tenido que comenzar de nuevo en alguna oportunidad, la vida es larga y si logramos permanecer vivos mucho tiempo es posible que lleguemos a tener varias vidas en una. El protagonista deberá entender que si quiere ser feliz le toca cambiar de piel como camaleón.
@luisauguetol