Falleció el futbolista más grande de la historia. Tres copas del mundo, inventor del jugo bonito y un delantero letal. Con una vida insigne dentro y fuera de la cancha, con sus caídas como todos. Paz a sus restos. Recomiendo su documental de Netflix. Obra maestra testamentaria.
Es bueno que los chicos lo vean. Aprenderán muchas lecciones, una de ellas que un astro así no surge todos los días y que dependió de un sistema importante, cuyo ejemplo fue él.
Luego que el deporte se logra imponer siempre al terror de las dictaduras. Finamente, que una leyenda como Pelé tuvo una tercera edad de madurez como sabio humilde.
Sus reflexiones valen oro, son las de un maestro que sabía que la muerte estaba cerca pero que todavía le daba la oportunidad de compartir su conocimiento con los más jóvenes.
Estrellas como Neymar llegarían más lejos si fuesen como Pelé. Tan humanos como Pelé. Pero esa es otra historia.
Valga el dato, Pelé participó en una de las mejores películas inspiradas en fútbol: “Evasión o Victoria” con Silvestre Stallone bajo dirección de John Houston, donde un grupo de prisioneros del bando aliado confrontan a la selección alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Una Joyita heroica con música de Bill Conti.
Filme vigente contra el racismo y el nazismo.
