¿Aburrido del mansplaining boomer de las redes, invitándote a votar porque ajá!, porque hay que conservar los espacios, porque somos de una tradición de demócratas y blablablá?
¿Cansado de las sentencias lapidarias de lado y lado, entre los radicales que linchan la cuestión y los reformistas que la pintan con color de esperanza?
Pues te proponemos un ejercicio más productivo que es resumir todo lo que se sabe y pronostica, sobre el 21 N, en cinco pasos.
1) Los escenarios más claros.
Con una abstención calculada en más del 60 por ciento, las predicciones indican que el chavismo se impondrá nuevamente, con todo su ventajismo del equipo metelapata que tiene la partida robada. Ni que resucite “Iron Man” con los “Avengers”, la llamada oposición tiene chance. Pero hay ligeros matices en la victoria cantada de la dictadura, bajo sus reglas y condiciones. En primera instancia, hay un posibilidad real de volver al esquema del mapa rojo, de infausta memoria para la historia del país, donde el chavismo arrase por la fuerza de la abstención y de la estafa monumental de la operación remate. Pero presionado por la Corte Penal Internacional y las sanciones, Maduro negocia un plan desde la mesita de diálogo con los alacranes y la disidencia controlada. Por mutuo acuerdo e interés de lavarse la cara, el sistema de partido único admitirá dos escenarios: salir derrotado en cuatro estados o darle a la “oposición” entre ocho y diez gobernaciones, para Nicolás mostrarse como un legítimo defensor de los derechos humanos de los sufragistas. Una mentira roja que no le cree ni Cilia Flores, ni los gobernadores usurpados con su respectivo protectorado rojito. En cualquier caso, así se resumen “las tendencias irreversibles” del domingo. Funciona para la pandilla y la mafia. De tal modo, nos llevan para un reparto consensuado, donde las cartas siempre favorecen al casino de los rusos, los cubanos y los chinos, los verdaderos enemigos de la nación, quienes ponen la plata y mandan a que el show electoral se perpetue, a fin de calmar los ánimos en sus zonas geoestratégicas. Lo que se dirime, en el fondo, es un conflicto global, que busca apuntalar los negocios de los comunistas, en detrimento de la influencia de Estados Unidos.
2) ¿Cómo queda el interinato?
Siendo así el complot, el Departamento de Estado seguirá apostando por la ficha de Guaidó, aunque su popularidad continué en barrena, dentro y fuera de las redes sociales. En su abordaje multifactorial de la crisis, Norteamérica confía en que el interinato sobreviva a la mascarada electoral, conservando áreas internacionales de movimiento e influencia. El gobierno invisible de USA necesita de un interlocutor confiable y desea conservarlo en la figura de Juan, a pesar de todo. Nótese que, por tanto, la elección regional busca restarle poder al interinato y a Guaidó, reduciendo al mínimo político a sus partidos y bases de apoyo en el G4, léase PJ, VP, Un Nuevo Tiempo y AD, virtuales perdedores en la contienda. En consecuencia, erosionada y arrasada la tierra nacional del interinato, pues el PSUV diseña un golpe de estado contra Guaidó, con los resultados del domingo. La gente de Biden y Trump lo saben, procediendo a mantener su respaldo hacia Guaidó. En enero del 2022 sabremos quién ganó la pelea. Pronostico que habrá Interinato para rato, nos guste o no, según las informaciones que corren en Washignton, Madrid y Miami.
3) La farsa de la “nueva oposición” azul.
El primer intento de Maduro de fabricarse una oposición a la medida, fracaso rotundamente con los alacranes, Bertucci y las momias demagógicas de Henri Falcón. Nunca prendieron, nunca fueron una opción sexy, la gente de sifrizuela los crucificó de inmediato, al verlos demasiado oportunistas, tussis, tukis y cripis. Una pandillita lumpen de venecos con retención de líquido y look de sindicaleros sudorosos que viven echándose palos, antes que hacer la chamba. La opinión pública pronto los descartó, acelerando el rediseño de la estrategia por parte de los asesores de Diosdado y compañía. Así dieron con la formulita mágica, para ellos, de Fuerza Vecinal, un nuevo comando justiciero más refinado y fácil de venderle a las doñas del Cafetal, que compran empaques bonitos de aspiración gentrificada en modo Bodegón, en lugar de ideas y proyectos. Por consiguiente, ellos aprovechan la situación, para empoderarse en las regiones y municipios de mayor recaudación de impuestos, para beneficio de su red de negocios con Fospuca, Grupo Gorrín, Traki, y demás capitales emergentes que desean lavarse, a costa de las nuevas ordenanzas municipales que rigen en los municipios que domina Fuerza Vecinal, cuya agresiva política de remodelación urbana, arruina a los pequeños negociantes de tradición, para que Chacao, el Hatillo y Las Mercedes se llenen de nuevos restaurantes y locales de “gente bonita”. Una curiosa fuerza de exclusión vecinal, que funciona como lubricante del dinero negro, que le pinta una sonrisa en la cara a los bolichicos. De modo que al chavismo le da perfectamente igual que Fuerza Vecinal se quede con la administración de los municipios más ricos, siempre y cuando permitan que la plata continúe circulando como en un Casino feo de Las Mercedes. Otra conspiración evidente, la de relevar al G4 y a la MUD, con actores dizque emergentes que maquillen las cifras de participación, ahuyentando al fantasma de la abstención.
4) ¿En Miranda es la cosa?
Dicen que depende de lo que ocurra en Miranda, podemos hablar de un futuro distinto en la patria. Si gana Héctor Rodríguez, nada cambia y el chavismo refrenda el ascenso de un nuevo candidato para las presidenciales. Pero Maduro no quiere más competencia que la de Lacava, y por ende suena que Héctor pierda, favoreciendo a Uzcátegui. En ambos casos, hay cable pelado y olor a podrido. La estrella de David, de imponerse, representa que el desgobierno apuesta definitivamente por la fractura de la MUD, por afectar a Capriles, Leopoldo y Guaidó, concediéndole un poder nominal y algo real al hombre de Fuerza Vecinal. Olvídense de Caracas que es feudo de los tiranos de Miraflores. No la van a entregar más nunca. Será para la próxima, Guanipa y Ecarri. El dilema está en Miranda y ahí se juega parte del destino político de la oposición en Venezuela.
5) Una campaña abominable.
El populismo se ha graduado en la Universidad del grotesco y el cringe, con la campaña de egos para las regionales, una competencia carnestolenda de personalidades vaciadas de discurso, con unas propuestas de Perogrullo, prometiendo agua y luz a municipios que se insertan en un país sin electricidad y fuentes de vital líquido que funcionen.
De resto, un juego del calamar donde hemos visto de todo lo malo: golpizas, matoneos, batallitas escolares, chantajes, corrupciones y peculados de uso, en el manejo discrecional y grosero de partidas de impresión de publicidad, que ascienden a los 3 millones de dólares y contando, por montar unos pedazos de pendones y vallas.
3 millones por una facturita y por lo bajito en una Venezuela fundida y en la ruina.
Pero es un pote más gordo, que se distribuye discrecionalmente y a manos llenas, invitando al saqueo y al tráfico de influencias en condiciones de opacidad.
Es bastante normal que usted se sienta asqueado y prefiera abstenerse. Lo entendemos perfectamente, así como comprendemos que desee participar y votar, por miedo al puro abismo y a la falta de sentido. Es una cuestión de absoluta fe, que nadie discute como la religión.
De ahí que se vote un domingo en Venezuela. El problema es que la elección es pote de humo, es opio para el pueblo, intentando ocultar la tragedia nacional.
Tome nuestra guía no como una verdad o un dogma tallado en pierda, sino como lo que es, una orientación para que usted decida si vale la pena convalidar la estafa o consumirla racionalmente, con el objetivo de pensar en un alternativa que no alcanzamos a descifrar.
Más que un fin, parece un detonante de la creatividad y del talento para resistir y ser resilientes.



Sergio Monsalve. Director Editorial Observador Latino.