Recientemente falleció Vasco Da Costa por un derrame cerebral. Se trató de su muerte física, pues el régimen se encargó de liquidarlo políticamente por disentir. Pasó de la muerte civil que viven muchos en las cárceles de Venezuela, a una muerte terrenal en un estado policial que condena a la resistencia.
Fue un militante político de la oposición, activista en favor de los derechos humanos y un preso de conciencia que conoció lo peor de la tortura en el país. A Vasco es posible que lo hayan abandonado, como a tantos otros. Aun así, su voz no dejó indiferente y menos al poder que lo persiguió.
Su hermana siempre estuvo con él y se le veía en la calle con carteles, pidiendo su liberación.



En redes sociales se ha hecho sentir el fallecimiento de Vasco Da Costa.
Así lo recuerda el comunicador Nehomar Hernández:
De seguro, la muerte de Vasco interpela al país que hoy amanece enratonado, creyéndose sus propias historias de mejoría.
La verdad es otra realidad que Vasco Da Costa conoció de cerca.
Paz a sus restos.
Por último, compartimos un documental que cuenta parte su historia.