Como he estado involucrado con el reciente libro que estoy escribiendo, no he leído la fulana carta que algunos venezolanos opuestos al régimen de maduro le escribieron al presidente Biden, por lo que mal puedo opinar sobre el tema, además todo el mundo habla de la fulana carta, pero no la he leído porque no la he encontrado. Y de lo que no leído no hablo.
De los abajo firmantes de la misma hay algunos amigos y los reconozco como hombres rectos y decentes y dados al diálogo como forma humana de resolver los conflictos.
Lo malo de ellos es que no tienen ni burdel ni experiencia política real y carecen de la malicia que hay que tener para lidiar con forajidos como estos de maduro y su banda.
Además tienen para mí el estigma de ser independientes, ¿ o acaso han visto independientes sacrificándose y subiendo cerro?
Pocos puntos de certeza tengo sobre este régimen, primero aquí esto del socialismo es mentira, eso desapreció porque se sienten ya ricos, seguros mandando y están solo tratando de salvar su dinero personal, muy capitalista por cierto y así dormir tranquilos en el poder.
Lo que el régimen trata de hacer es blanquearse para ser más digerible el despotismo de este régimen militar y se consolide el proceso de sustitución de elites en la sociedad venezolana como fue con los montañeses del gomecismo hace un siglo.
Nada nuevo, como fue la sustitución de la aristocracia caraqueña por los Gómez y demás familias andinas. O por Toñito Guzmán Blanco y sus liberales hace siglo y medio.
El objetivo de este diálogo para ellos es que los capitostes del chavismo puedan dormir en paz y no con un ojo abierto y otro cerrado. Más nada.
¿Cómo estos amigos dialogantes van a garantizar que vamos a un proceso electoral con siquiera mínimas condiciones de equidad? Hay que ser bien pendejo para creer eso.
¿Cuántas veces se ha sentado ingenuamente la oposición con el régimen y ha salido estafada? Al final la seguridad del régimen es su respaldo militar.
¿Qué garantías tiene los partidos de oposición, si es que acaso existen, para desenvolverse con una mínima seguridad?
¿Y a todas estas que dicen gente como Julio Borges, Capriles, Henry Ramos o los maracuchos?
La sabiduría popular tiene un dicho que viene como anillo al dedo: A verraco no lo capan dos veces.
