En la película de Netflix, “El Hombre de Toronto”, Venezuela se arregló y es un país que recupera las relaciones diplomáticas con USA. Mientras, un coronel organiza un golpe de estado para regresar al poder.
Se intuye que gobierna una suerte de Guaidó y que los chavistas conspiran.



El país es uno de los hilos conductores de la trama. De hecho, uno de los planes es detonar la nueva embajada que abrirán los nuevos gobernantes de oposición en Washignton. El coronel villano quiere hacer un atentado terrorista contra la nueva embajada venezolana en USA.



Un detalle que llama la atención es que el escudo vuelve a su antigua forma, con el caballo mirando hacia el lado derecho, anunciando “un gran día”. “El hombre de Toronto” es un largometraje de Sony que se transmite en Netflix. Seguramente traerá cola en el país.



Venezuela pasa de ser un país paria en Hollywood, a uno donde regresa la democracia pero que tiene que lidiar con una transición, en la que los militares siguen conspirando. Para pensar en los paralelismos entre realidad y ficción.